Archive for agosto, 2013

30 agosto, 2013

José Antonio Ramos Sucre: «Sueño»


Mi vida había cesado en la morada sin luz, un retiro desierto, al cabo de los suburbios. El esplendor débil, polvoso, de las estrellas, más subidas que antes, abocetaba apenas el contorno de la ciudad, sumida en una sombra de tinte horrendo. Yo había muerto al mediar la noche, en trance repentino, a la hora misma designada en el presagio. Viajaba después en dirección ineluctable, entre figuras tenues, abandonado a las ondulaciones de un aire gozoso, indiferente a los rumores lejanos de la tierra. Llegaba a una costa silenciosa, bruscamente, sin darme cuenta del tiempo veloz. Posaba en el suelo de arena blanca, marginado por montes empinados, de cimas perdidas en la altura infinita. Delante de mí callaba eternamente un mar inmóvil y cristalino. Una luz muerta, de aurora boreal, nacida debajo del horizonte, iluminaba con intensidad fija el cielo sereno y sin astros. Aquel paraje estaba fuera del universo y yo lo animaba con mi voz desesperada de confinado.

De La torre de Timón

28 agosto, 2013

«El mensajero»: José Antonio Ramos Sucre (1890-1930, venezolano)


La luna, arrebatada por las nubes impetuosas, dora apenas el vértice de los sauces trémulos, hundidos, con la tierra, en un mar de sombras.
Yo cavilaba a orillas del lago estéril, delante del palacio de mármol, fascinado por el espanto de las aguas negras.
Ella apareció bruscamente en el vestíbulo, alta y serena, despertando leve rumor.
Pero volvió, pausada, a su refugio, cerrando tras de sí la puerta de hierro, antes de volver en mi acuerdo, y mientras esforzaba, para hablarle, mi palabra anulada.
Yo rodeo la mansión hermética, añadiendo mi voz al gemido inconsolable del viento, y espero, sobre el suelo abrupto, el arribo del bajel sin velas, bajo el gobierno del taumaturgo anciano, monarca de una isla triste, para ser absuelto del pesado mensaje.

De La torre de Timón

28 agosto, 2013

Descienda lustral a mí el fuego


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22 agosto, 2013

Una dama, «a otra de casta de los reyes de Granada…»


Una dama, «a otra de casta de los reyes de Granada, le dijo una vez que era mora.

«-Si soy mora, soy a lo menos de casta de reyes.

«-¿Qué se me da a mí -replicó la otra- si sabemos que no se salvó ninguno de ellos?

«-Más quiero -dijo la infanta- tener reyes abuelos en el Infierno, que no como vos, escuderos en el Paraíso».

Luis Zapata, Miscelánea, en Américo Castro, La realidad histórica de España.

22 agosto, 2013

Bajo este árbol me visita el Sueño


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22 agosto, 2013

«Juguete de las nubes antes que peso en la tierra»:


Haber abandonado ese programa de vida es por lo menos una de las principales causas de mi presente desdicha.

22 agosto, 2013

Para Ácidos


Melting apparent surfaces away

William Blake

22 agosto, 2013

El fuego es mi pan


La sangre levanta su escala sobre la planicie de la arteria, y asciende para interpelar a los ángeles.
La sombra se oculta para no ser arrastrada por el sol, y espera a verme dormir para acercarse a susurrar en mi oído.
La hiedra con sus propias manos forjará la reja si hace falta para que la casa tenga portón.
Lección de abismo, lección de viento.
De un empuje abrí la puerta, y los dragones se desataron como un nudo de vientos generosos. El fuego es mi pan: sin él vegeto, después me marchito. La sombra es mi madre: todo crecimiento vendrá a mí del vino de su pezón de silencio.
Juguete de las nubes antes que peso en la tierra.

22 agosto, 2013

Nombre de la llama


Cuál es tu nombre llama

cuando pálida te extingues sobre mi corazón

20 agosto, 2013

No me pregunto por qué escribir,


sino por qué publicar.

Odio la vanidad, no por puritanismo, sino por lo que tiene de dependencia respecto a la mirada ajena.

En todo caso, odio la vanidad en mí: si algo o alguien tiene algo que me guste o que yo admire, y se pavonea, con gusto le regalo mi mirada.

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