Archive for febrero, 2017

17 febrero, 2017

«No puede el que os ha mirado…»


No puede el que os ha mirado
vivir con vos engañado.
Mirar vuestra hermosura
ha sido tan gran ventura,
que cualquier mal o tristura
que venga, es bien empleado.

Gabriel de Mena, Cancionero de Barbieri, principios del s. XVI

16 febrero, 2017

Antonio Machado: algunos «Proverbios y cantares»


De Nuevas canciones (1917-1930)

X
En el viejo caserío
—¡oh anchas torres con cigüeñas!—
enmudece el son gregario,
y en el campo solitario
suena agua entre las peñas.

XI
Como otra vez, mi atención
está del agua cautiva;
pero del agua en la viva
roca de mi corazón.

XV
Busca a tu complementario,
que marcha siempre contigo,
y suele ser tu contrario.

XXXVI
No es el yo fundamental
eso que busca el poeta,
sino el tú esencial.

XLII
Enseña el Cristo: a tu prójimo
amarás como a ti mismo,
mas nunca olvides que es otro.

XLVI
Se miente más de la cuenta
por falta de fantasía:
también la verdad se inventa.

XLVII
Autores, la escena acaba
con un dogma de teatro:
En el principio era la máscara.

L
Con el tú de mi canción
no te aludo, compañero;
ese tú soy yo.

LXVIII
Todo necio
confunde valor y precio.

LXIX
Lo ha visto pasar en sueños…
Buen cazador de sí mismo,
siempre en acecho.

LXX
Cazó a su hombre malo,
el de los días azules,
siempre cabizbajo.

LXXI
Da doble luz a tu verso,
para leído de frente
y al sesgo.

LXXXI
Si vivir es bueno,
es mejor soñar,
y mejor que todo,
madre, despertar

LXXXII
No el sol, sino la campana,
cuando te despierta, es
lo mejor de la mañana.

LXXXVIII
El pensamiento barroco
pinta virutas de fuego,
hincha y complica el decoro.

LXXXIX
Sin embargo…
¡Oh!, sin embargo,
hay siempre un ascua de veras
en su incendio de teatro.

XCVIII
Tu profecía, poeta.
—Mañana hablarán los mudos:
el corazón y la piedra.

XCIX
—¿Mas el arte?…
—Es puro juego,
que es igual a pura vida,
que es igual a puro fuego.
Veréis el ascua encendida.

14 febrero, 2017

«Las aves querenciosas del abismo» (Ramos Sucre)


… Pero las aves querenciosas del abismo escapan siempre de su atención y huyen a disiparse en la inmensidad.

José Antonio Ramos Sucre, «Las aves de la visionaria», La torre de Timón, 1925.

13 febrero, 2017

Poesía Española del Siglo XX: bibliografía


Esta pequeña bibliografía se irá ampliando en el transcurso del semestre.  Sólo incluye antologías, estudios académicos y ensayos de poetas distinguidos, de Juan Ramón a Sánchez Robayna. Algunos son tomos de historias de la literatura española. Estas obras secundarias les permitirán ubicar y listar a los poetas que les interesen, de modo que ustedes mismos los busquen en las bibliotecas, librerías y sitios web.
La mayoría de estas obras constan en los catálogos de las bibliotecas de la UNAM. Unos pocos títulos son de libros que yo poseo; ignoro si pueden ser halladas en éstas.
Es prudente recordar que muchas revistas literarias y suplementos se han digitalizado. La Revista de la Universidad de México, Letras Libres, La Jornada Semanal, Confabulario, etc., hacen posibles valiosos hallazgos.

Antologías

  • Milán, Eduardo, Sánchez Robayna, A., Valente, J. Á., y Varela, B. Las ínsulas extrañas. Antología de poesía en lengua española (1950-2000). Barcelona: Galaxia Gutenberg y Círculo de Lectores, 2002.

  • Salvador, Álvaro, Martínez, Érika (eds.). Antología de la poesía española en la segunda mitad del s. XX. México: UNAM, 2011 (Ensayos y Poemas).

  • Sanz Pastor, Marta (ed.). Metalingüísticos y sentimentales. Antología de la poesía española (1966-2000). Madrid: Biblioteca Nueva, 2007 (Clásicos de Biblioteca Nueva 57).

  • Virtanen, Ricardo (ed.). Hitos y señas (1966-1996). Antología crítica de poesía en castellano. Madrid: Ediciones del Laberinto, 2001 (Hermes 13).

Sitios web de interés

Poesía Española Contemporánea: http://www.cervantesvirtual.com/portales/poesia_espanola_contemporanea/paginas_autores/

Ex Libris, revista de poesía fundada en 1998: http://www.cervantesvirtual.com/portales/ex_libris/catalogo_titulos/

Portal Escritores del CVC: http://cvc.cervantes.es/literatura/escritores/default.htm

Repositorio de la Facultad de Filosofía y Letras: http://ru.ffyl.unam.mx/

Antología virtual de poemas y ensayos sobre poética: Poéticas


Álvarez de Miranda, Ángel. La metáfora y el mito. Intuiciones de la religiosidad primitiva en la obra de Lorca. Sevilla: Renacimiento, 2011 (El Clavo Ardiendo).

Benítez Reyes, F., y otros. Literatura y compromiso social. Madrid: Visor Libros, 2003.

Benito Fernández, Javier. El contorno del abismo: vida y leyenda de Leopoldo María Panero. Pról. Antonio Martínez Sarrión. Barcelona: Tusquets, 1999.

Berrocal, Alfonso. Poesía y filosofía: María Zambrano, la Generación del 27 y Emilio Prados. Pre-Textos y Fundación Gerardo Diego, 2011.

Bou, Enric, y Elide Pittarello (eds.). (En)claves de la transición: una visión de los Novísimos: prosa, poesía, ensayo. Madrid: Iberoamericana; Frankfurt am Main: Vervuert, 2009.

Cano, José Luis: Poesía española del siglo XX. De Unamuno a Blas de Otero. Madrid: Guadarrama, 1960.

Castellet, J. M. Nueva novísimos poetas españoles. Barcelona: Barral, 1970.

Ciplijauskaite, Birute (ed.). Novísimos, postnovisimos, clásicos: la poesía de los 80 en España. Madrid: Orígenes, 1990.

Debicki, Andrew P. Historia de la poesía española del siglo XX: desde la modernidad hasta el presente. Madrid: Gredos, 1997.

—. Poesía del conocimiento: La generación española de 1956-1971. T. Alberto Cardín. Barcelona: Jucar, 1987.

Díez de Revenga, Fco. Javier. Las vanguardias y la Generación del 27. Madrid: Síntesis, 2004.

García, Miguel Ángel. La poética de lo invisible en Juan Ramón Jiménez. Granada: Diputación de Granada, 2002.

García de la Concha, Víctor. La poesía española de 1935 a 1975. Madrid: Cátedra, 1992.

García de la Concha, Víctor (ed.). El surrealismo. Madrid: Taurus, 1982.

García Montero, Luis. La palabra de Icaro: estudios literarios sobre García Lorca y Alberti. Granada: Universidad de Granada, 1996.

Geist, Anthony Leo. La poética de la generación del 27 y las revistas literarias: de la vanguardia al compromiso 1918-1936. Madrid: Guadarrama, 1980.

Gil-Albert, Juan, y otros. La Generación de 1936. Sel. y ed. de Jesús Zapata. Madrid: Castalia, 2004.

Gil-Albert, Juan, O. Paz, E. Prados y X. Villaurrutia. Laurel, antología de la poesía moderna en lengua española. 2a. ed. Pról. de X. Villaurrutia. Epílogo de O. Paz. México: Trillas, 1986 (1a. ed.: México: Séneca, 1941).

Gullón, Germán (ed.). Poesía de la vanguardia española. Madrid, Taurus: 1981 (Temas de España 109).

Gutiérrez Girardot, Rafael. Machado: reflexión y poesía. Bogotá: Tercer Mundo Editores, 1989.

Iravedra, Araceli. Poesía de la experiencia. Madrid: Visor Libros, 2007.

Jiménez, José Olivio, y Carlos Javier Morales. Antonio Machado en la poesía española. La evolución interna de la poesía española, 1939-2000, Madrid: Cátedra, 2002.

Jiménez, Juan Ramón. Y para recordar por qué he venido.  Ed. Fco. Javier Blasco. Valencia: Pre-Textos, 1990.

Jiménez Martos, Luis (comp.). La generación poética de 1936: antología. Barcelona: Plaza & Janés, 1987.

Mainer, Jose-Carlos. Falange y literatura. Barcelona: Editorial Labor, 1971.

Malpartida, Juan. La perfección indefensa. Ensayos sobre literaturas hispánicas del s. XX. México: FCE, 1998 Tierra Firme).

Morris, C. B. Una generación de poetas españoles, 1920-1936. T. A. R. Bocanegra. Madrid: Gredos, 1988.

Prat, Ignacio. Estudios sobre poesía contemporánea. Pról. José Manuel Blecua. Madrid: Taurus, 1982.

Provencio, Pedro. Poéticas españolas contemporáneas: la generación del 50. Madrid: Hiperión, 1988.

Rubio, Fanny. Revistas poéticas españolas: 1939-1975. Madrid: Turner, 1976.

Rubio, Fanny, y José Luis Falco (eds.). Poesía española contemporánea. Historia y antología, (1939-1980). México ; Madrid: Alhambra, 1981.

Sánchez Robayna, Andrés. Deseo, imagen, lugar de la palabra. Barcelona: Galaxia Gutenberg, 2008.

Sánchez Robayna, Andrés, y Jordi Doce (eds.). Poesía hispánica contemporánea: ensayos y poemas. Barcelona: Galaxia Gutenberg: Círculo de Lectores, 2005.

Subirats, Eduardo. Después de la lluvia: Sobre la ambigua modernidad española. Madrid: Temas de hoy, 1993.

Subirats, Eduardo (ed.). Intransiciones: critica de la cultura española. Madrid: Biblioteca Nueva, 2002.

Talrns, Jenaro. El sujeto vacío: cultura y poesía en territorio Babel. Madrid: Cátedra; Valencia: Universitat de València, c2000.

Terry, Arthur. La idea del lenguaje en la poesía española: Crespo, Sánchez Robayna y Valente: conferencias inaugurales de la Cátedra de Poesía e Estética José Angel Valente. Santiago de Compostela: Universidad de Santiago de Compostela, 2002.

Vv. aa. Diálogos sobre poesía española: José María Valverde, Antonio Colinas, Rafael Argullol, Antoni Mari y Jaime Siles en el Gottinger Hain. Frankfurt: Vervuert; Madrid: Iberoamericana, 1994.

8 febrero, 2017

Unamuno: «El ‘alma’ de Manuel Machado» (fragmentos)


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Portada de Juan Gris para la edición de 1901.

Advertencia
Por el momento, subiré al blog sólo algunos pasajes de este ensayo, a fin de concentrarnos en lo más pertinente para la próxima clase. Más tarde lo completaré. Quizá también quede a deber algunas notas para mis alumnos; como sea, nadie les cubre los ojos ni ata las manos para buscar, ya sea en la internet o en la red más antigua del mundo (los libros), aclaraciones a las citas y referencias que lo requieran.

El libro de Machado se puede leer en esta dirección: https://archive.org/details/almamuseoloscant00mach. ¡Muchas gracias a Tania Flores por el vínculo! ¡Y muchas gracias también a Ketzalli Torres, por la edición facsimilar del ensayo de Unamuno que halló en la red! Hela aquí: el-alma-de-manuel-machado.

Nota: Crítica de Miguel de Unamuno al poemario Alma, de Manuel Machado. Heraldo de Madrid, 19 de marzo de 1901. En Libros y autores españoles. Madrid: Espasa-Calpe, 1973 (Austral 1513).

[…] Hay un momento en que me revuelvo contra esta poesía, contra la poesía toda, acaso, y reniego del turrieburnismo. “Pero para este hombre –me digo– no hay patria, ni religión, ni Dios, ni hambre, ni miseria… Ante el invierno que arroja a tantos a la desesperación ¿no se le ocurre otra cosa que pedir a su amada sus labios rojos, únicas flor que en el invierno queda? Pide reunirse en familia con un libro y un fuego alegre; ¿no sería mejor que saliera a enardecer a los que ofrecen su vida a las balas sobre la nieve?” Y luego me añade con el Eclesiastés: “¡Vanidad de vanidades y todo vanidad!” Y recuerdo el “la vida es sueño” y el hondo sueño de resignación de nuestro pueblo y la mansedumbre del vencido. Y vuelvo a leer “Adelfos”, la poesía que Machado me debía Apolo se la pague, y yo, hijo de la raza vasca, amigo de la montaña que hay que trepar y del océano que hay que domar con los remos o las velas, amigo del cielo gris y de la acción enérgica, releo lo que me dice este hombre de “la raza mora, vieja amiga del sol”, ese hombre de los que todo lo ganaron y todo lo perdieron, ese hombre cuya voluntad se ha muerto una noche de luna.

Que las olas me traigan y las olas me lleven,
y que jamás me obliguen el camino a elegir.

¡Elegir camino! ¡Y yo que no quiero elegirlo, sino hacérmelo por la intrincada selva, por lo intransitable; camino al infinito, a lo inaccesible!

¡Ambición!, no la tengo. ¡Amor!, no lo he sentido.

¡Sin ambición ni amor!, ¿qué es esto?

…Que la vida se tome la pena de matarme,
ya que yo no me tomo la pena de vivir!

¡La pena de vivir! Sí, la pena de vivir; pero ahí está la fuente de la dicha suprema, de la dicha de la victoria, en la pena de vivir. Sin pena no quiero vida.
[…]
Mas… ¿no es esto sentimentalismo, artificio, blandenguería, molicie? Y recomienza mi lucha contra el poeta. Y el poeta, al son de su guitarra, me canta:

La prima que canta y el bordón que llora…
Y el tiempo callado se va hora tras hora.
Cantares…
Son dejos fatales de la raza mora.

[“Cantares”]

¡La raza mora! Pero es que la raza mora de este Machado es una raza mora que se ha bautizado en París y ha oído a Musset y a Verlaine, y en algunos de sus cantos hay dejos fatales de Leconte de Lisle, como en su “Oasis”, y de José María de Heredia, como en sus “Flores”. ¿Y qué? Todos nos buscamos a través de los demás, y no hay otro modo de llegar a encontrarse. Y él canta su canto, y hasta cuando las palabras sean de otros, es la música suya. Y muchas veces de su música surge su letra, suya.
Me escribe este moro que se va a París de nuevo. ¿No sería mejor que se volviera a su morería? Pero ¿no estará acaso en París su morería? Lo casi indudable es que su alma de moro dará mejor sus frutos fuera de su morería; fuera de ella valen los moros. Como allí, entre la morisma, todos se dejan traer y llevar por las olas, sin tomarse el trabajo de elegir su camino; creen que esto es lo universal y no sienten su valía toda; es preciso que salgan y contemplen cómo otra gente se afana por abrirse camino, y la compadezcan. La cigarra redobla a cantar cuando ve pasar a la muda hormiga cargada con su botín; fue el trajinar de Marta la que movió a María a echarse a los pies de Jesús. Sí, que se vaya a París.
Que se vaya a París a cantar antífonas a la “reina de los besos, flor de la orgía”,

amante sin amores, sonrisa loca…,

a reír juntos, mientras lloran,

hasta que se confundan en el olvido
tu hermosura podrida, mi lira rota.

[“Antífona”]

Y me digo: ¿todo esto es verdad o es un tema poético? Y ¿qué es verdad? Todo esto ¿es sincero? ¿Y qué es sinceridad? Me acuerdo de Musset. ¿Y qué derecho tenemos a dudar de la sinceridad ajena? Verdad de hoy, mentira de mañana; sinceridad de ahora, insinceridad de después. Si cuando lo cantaba lo creía, ha hecho obra incesantemente poética. Vive al último soplo de viento, al minuto, abierta el alma a las más fugitivas impresiones; ahora, creyente; luego, impío; hoy, ansiando el amor; mañana, la muerte. Así fue Verlaine, y esta impersonalidad da personalidad a su obra; fue arpa eólica, vibrante a las brisas, auras, vendavales y aquilones de la vida, eternizando lo momentáneo.
[…] ¡Qué lejos de Quintana y de sus elocuentes y enfáticas arengas rimadas! Hasta el viejo y recio romance castellano, el de los periodos anquilosados, el de los relativos y preposiciones y adverbios, parece que se disgrega y se hace más invertebrado y suelto en estos versos…

al destierro, con doce de los suyos
polvo, sudor y hierro—, el Cid cabalga.

Un paréntesis invertebrado, que no pesa, sin lañas ni corchetes. ¿Llegaremos a hacer de esta lengua oratoria, la del amplio y ondulante período, la del así como…, así también, el sin embargo, y el en efecto, y el por lo tanto, y el entiendo, señores, y de toda clase de balancines, una lengua poética, suelta, de rápidas notaciones que se sucedan?…
Estoy pensando en esto, distraído, cuando oigo al poeta:

¡Ven tú conmigo, reina de la hermosura,
hetairas y poetas somos hermanos!

[“Antífona”]

Y mientras mi Brand, el que llevo dentro, se indigna de esto, exclamo: ¡Qué atrocidad! ¡Prostitutas y poetas hermanos!… Pero al punto me acuerdo de la hetaira Magdalena, y me recojo a reflexionar ¡a reflexionar!y me digo: Sí, son hermanos hetairas y poetas, y somos hermanos todos, todos, todos; santos y criminales, héroes y viles, sabios e imbéciles; todos hermanos, todos. Y todos vendemos lo que no tiene precio, y todos damos al mundo por oro nuestros amores y nuestra poesía porque todos tenemos poesía y amor—, y en el olvido se confundirán.